01/02/2024

EL POTRO DE TORTURA

LAS CUATRO ESQUINAS

SUFRIMIENTO, SALIDA, AMIGUETES, REGRESO

EL POTRO DE TORTURA

Observo a Xavi en un drama cotidiano. Sentado en uno de los banquillos más importantes del mundo siente que está sobre un potro de tortura. Tantos años soñando con llegar aquí para esto, se dice mientras le aprietan el torniquete. Pero también ha habido alegrías, como la Liga pasada, éxito que se esfumó porque ese sadismo ambiental acabó con la fiesta para que pudieran sonar las letanías. Ha sido un viacrucis, una guerra sin fin, una bruma de picapica. Apenas ha reído. Aunque azuzó los latigazos, porque aquel Barça que enamoró a todos es solo memoria. Los Iniesta, Xavi o Puyol de hoy juegan en otro equipo. Y Xavi habló como si hubiera pasado el tiempo, como si regresase a un sueño, en vez de a la dura realidad.


FINIQUITO EN DIFERIDO

Cospedal lo puso de moda. Un finiquito en diferido. No sabía qué era eso. Si te vas o te largan de un sitio en el minuto siguiente ya estás tardando. Qué pintas ahí si estás más fuera que dentro. Todo el mundo te mira como a un extraño, allí no está tu futuro. Por eso, salvo que sea una estrategia para seguir, no lo entiendo. Porque si gana un título o al menos compite y llega lejos clamarán para que se quede. Y se quedará. Pero no podrá aguantar si se encadenan derrotas. No ahora, que puede haber un impulso, sino a medio plazo, cuando se noten las costuras. Si no es para seguir no entiendo. Pues la presión sobre un técnico dimitido se amplifica. Todo se aclarará pronto, pues el fútbol no para con su tortura o su gozo.


LA SELECCIÓN DE DI MARÍA

Es difícil ver la realidad sin pasión. Y más en fútbol, donde la objetividad bulle lastrada por lo emocional. A mi forofo preferido jamás le he escuchado reconocer un penalti contra su equipo. Así entiendo la selección de Di María con los mejores jugadores que ha jugado. Debería haber dicho los más amigos, porque no se puede entender que Cristiano Ronaldo no esté. O Modric o Kroos, imprescindibles en cualquier centro del campo de la historia. Tampoco Benzema. Están Mascherano, Neymar u Otamendi. Me extraña sobre todo Neymar, que es lo que pudo ser y no fue. Que esté Neymar y no Cristiano Ronaldo abunda en que solemos ser más pasionales que objetivos. Y así nos va algunas veces.


BESOS O BALAS

Creía que las leyendas eran dioses. No que ellos, como yo, han de enfrentarse a la vida vengan besos o balas. Ahí estás y tienes que sobrevivir. Pues leyendo y viendo el rostro de Ricky Rubio entendí que los dioses del deporte son muy humanos. No es el único caso. Lo dejó por salud mental y entiendo que aguantara más el destrozo que la exigencia en la élite puede crear en la cabeza. Son pocos los elegidos que aguantan lo que venta. La gran mayoría son humanos y la vida no es solo entrenar y jugar. Tienes familia, amigos, gente cuyo destino te afecta, y si es trágico, no puedes evadirte. Te estalla tu humanidad. Ricky desea volver y va a probar en el Barça. Deseamos, como la lluvia, que vuelva a la cancha.

Impreso desde www.manueljulia.com el día 21/11/2024 a las 23:11h.