07/03/2024

LA HORA DEL PERDÓN

LAS CUATRO ESQUINAS

LLEGADA, EFICACIA, TALENTO, DESCANSO

LA HORA DEL PERDÓN

Mientras marca Mbappé, en el bar los madridistas se miran. Unos gritan como si lo hubiese marcado con el Madrid, otros mascullan su rencor, porque ese jugador les ha hecho trizas el orgullo. Ese sueño del francés, convertido en sueño de los madridistas, se fue diluyendo y ahora todo el mundo dice que viene. Los que olieron la horma de su zapato piensan que ha llegado la hora del perdón. No todos. Algunos despliegan su amor a Vinicius y mueven la cabeza. El primer gol fue un muestrario de como buscarse la vida cuando uno está solo y lo rodean cinco defensas. Ante ese problema, disparas y marcas. Increíble. Perdonémosle, dijo uno, que este si sabe lo que se hace.


UN GOLPE EN LA MESA

Cuando escribo no ha empezado el partido. El bar está rebosante. Digo que a ver si Vinicius y Bellingham contestan con goles o juego. Va a ser el día del brasileño, dice uno con la bufanda del Madrid puesta estilo tuareg. Va a ser del inglés, dice otro que lleva su camiseta. Alguien ondea un Marca y que dice que después va a venir Haaland. Jopé, que "florentina" glotonería, dice el único que hay en la taberna del Barça. El Madrid va a parecer el camarote de los hermanos Marx. Habrá más estrellas que en un vestido de Lola Flores. Se acerca la hora del partido y estas menudencias se pierden. Vinicius, Bellingham, quiero ver si dais un golpe en la mesa.


HAMBRE DE GLORIA

El segundo gol destrozó la soberbia. Velocidad y técnica. Esperas el disparo por la derecha, lo hace por la izquierda y rompe la red. Cualquier rencor se apaga y ya nadie se acuerda de Vinicius. ¡Escucha a tu pueblo señor Florentino, que quiere a Mbappé!, rezo. Si no viene será por dinero, le digo a un colega tan madridista que duerme con la bufanda y en la ropa interior lleva el escudo. El PSG cree que entre ahorros e ingresos se lleva 150 kilos, insisto. O sea que dudas, me dice uno, y me pone de ejemplo a Pedrerol, que cuando habla se le ve en el fondo azul de sus ojos que sabe que va a venir. Ese sí que sabe, y no tú que eres un plumilla del MARCA, me dice el de la bufanda nocturna.


SUFRIR PARA REÍR

Durante todo el partido tuvimos la sensación de que nos iban a marcar. Sentíamos que la victoria iba a ser muy difícil. Los alemanes apretaron más fuerte cuando recibieron el gol. Metieron al Madrid en su cocina y empataron. En otros partidos duros marca el Madrid y el contrario se viene abajo. Pero ese equipazo siguió apretando y el miedo no se quitó de la cara de la gente hasta el final. Pero los campeones se forjan en el sufrimiento. Cuando entró Modric el partido estaba en el filo de la navaja. Cada robo de ellos presagiaba la tragedia. Orban estuvo a punto de marcar otro gol. Dani Olmo lanzó al larguero en el descuento. Uf.

Impreso desde www.manueljulia.com el día 28/06/2024 a las 13:06h.