25/04/2024
LAS CUATRO ESQUINAS
VICTIMISMO, PROTESTA, PELIGRO, MENDES
FUEGOS ARTIFICIALES
Hay quien piensa que gana la verdad quien gana el relato. Que la postura, el gesto, el hecho vacío, estallando como fuegos artificiales en la noche, impera. Pero no es lo mismo deslumbrar que alumbrar. Después de que los racimos de cohetes caen como lágrimas al suelo, no queda nada. Queda el mismo cielo de ayer. En el Barça, los mismos problemas, que están en la raíz, que son la esencia, de su ser. El problema económico que lastra la imposibilidad de fichar a los jugadores adecuados. La reflexión debida de un estilo que no puede ser con otros protagonistas. Son problemas de fondo que no van a desaparecer porque Laporta dispare salvas al viento sin cesar.
LA QUEJA INFINITA
La actitud de Xavi no ayuda. Hay un malestar perenne contra todo y los árbitros. Guardiola fue más inteligente. Lanzó la queja del césped con ingenio. Luego se masajeó el cráneo y dijo que pudieron hacer más. Fallaron en la estocada. Pero Xavi se convierte en una víctima irredimible y presa de un enfado excesivo no cesa de increpar a los árbitros. Luego en sala de prensa dice que todo el mundo está con él. Cuando se constata que no es así, sino solo los forofos, no lo ve, como ha pasado con el gol fantasma. Casi todas las televisiones del mundo, y la mayoría de los periodistas, aceptan que no hay una sola evidencia de que el balón entrara entero.
EL PEOR ENEMIGO
Cuando el Barça tocó a Verratti, sonaron en Qatar tambores de guerra. El jeque llamó a sus generales, había que contestar los disparos, pero ellos dando en la diana. Montaron en un globo aerostático a Neymar y se lo llevaron a París. Ahí comenzó la crisis blaugrana. Messi se quedó sin su pareja de baile. Se fue el genio y los cientos de millones regaron la ineficacia. Nadie cubrió ese vacío de creatividad y atención. Luego fueron a por Messi y trasplantaron la dupla, pero faltaba tikitaka global. El Barça era una orquesta con los mejores solistas y se quedó en una buena orquesta con un pasado maravilloso. Pero sin solistas geniales.
UNA RACIÓN DE LO MISMO
Ahora van a por Lamine Yamal, un diamante en bruto que parece refinado. El disparo es en el centro del corazón. Vive Dios que mejor sería que se fuera Laporta que Yamal. La mina produce los mejores diamantes del mundo, pero falla la custodia. El escudo contra los petrodólares es blanco y se tendrán que pertrechar porque hasta ahora a quien ha querido el PSG se lo ha llevado. Pero vender a Lamine sería un error tan grande que ningún relato victimista escondería que ningún contubernio madridista oscurecería. El PSG espera que el jugador apriete, pero me gustaría estar en la cabeza de Jorge Mendes. Sabría entonces qué va a pasar.
Impreso desde www.manueljulia.com el día 22/11/2024 a las 00:11h.