29/05/2025
LAS CUATRO ESQUINAS
TIEMPO, VERDAD, MODELO, VICTORIA
EL ADIÓS DEL HÉROE
Comencé a escribir en MARCA en 2010. ¡Dios cómo pasan los años!, "y nos vamos haciendo viejos", como dice la canción de Silvio Rodríguez. Escribí entonces uno de mis mejores artículos. Era en una penúltima en la que me devanaba entre deporte y literatura, o entre fútbol y poesía, porque me parecía que la gran epopeya del deporte es literatura. Si viviera Homero no podría dejar de escribir de un Madrid-Barça como de una Ilíada contemporánea en la que los versos inundarían nuestro corazón de belleza y epopeya. Y una de mis primero artículo lo dediqué a Raúl. Se llamaba "En honor de Raúl". Han pasado quince años y lo que entonces escribí podría volver a escribirlo.
UN ADIÓS CON REGRESO
Cuando algo no puede destrozarlo el tiempo, o no puede volverlo inservible o viejo, y ha de declararse por tanto vencido, es que es oro de ley, diamante, algo que es una verdad incontestable. "Si tienes a tu hijo al lado dile que se fije en Raúl. Que se fije y aprenda", decía porque entonces mi hijo embobado en la tele con la figura de Raúl no hablaba de otra cosa. Raúl era todo. Lo seguía hasta en lo más mínimo y su habitación estaba llena de postes y citas literarias sobre el pundonor, el esfuerzo, el ansia de victoria, la profesionalidad, la verdad de la vida. "Dile a tu hijo que le mire a los ojos y vea cómo es una mirada noble", continuaba.
RESPETO Y PUNDONOR
"Que vea su actitud en los partidos, su sacrificio sin límites, su hambre de lucha, su respeto al contrario y al compañero. Si tienes a tu hijo al lado dile que agradeces a Raúl muchas noches de sueños hermosos, muchas mañanas de tertulias humeantes, muchas horas de gozo, recuerdos y victorias". Recuerdo que el chaval lo leyó y en la sombra de su mente adolescente una luz acompañó su camino. Usé a Raúl de modelo para que supiera por qué había que estudiar, por qué la traición o la mentira conseguían un fruto negro que se diluía en el tiempo. Lo miraba en la televisión y en el pundonor sin límites aprendió un método para conseguir sus sueños, para sentir su sitio.
EL CAMINO INTERMINABLE
Han pasado los años y mi hijo es un lingüista feliz con su tarea y está en su mundo reconocido. Como todos tuvo malos momentos y el ejemplo de Raúl le ayudó a pasarlos. Las palabras resbalan por el tiempo y vuelven a poner la verdad al alcance de la mano. "Que aprenda a levantar la cabeza en la derrota porque la verdad, la honradez, el trabajo y el tesón son columnas de la vida que ninguna tormenta podrá derribar". Ahora Raúl se despide del Madrid y con sus armas de siempre caminará por tierras lejanas. Hablará con el pasado y con el futuro para que vuelvan a encontrarse. Y algún día volverá y con su sueño entre los ojos cumplirá su destino.
Impreso desde www.manueljulia.com el día 01/07/2025 a las 15:07h.