12/06/2025

EL ALMA DE ACERO

LAS CUATRO ESQUINAS

VICTORIA, DERROTA, INCERTIDUMBRE, MORATA

EL ALMA DE ACERO

Han pasado cuatro días y el último pulso de mi corazón aún está quieto en la garganta. El último golpe, al fin, se queda de piedra en el viento. Para siempre. Porque ese partido no morirá nunca. Se harán documentales y se recordará décadas después como aquel de Nadal y Federer en Wimblendon 2008. Duró casi cinco horas. Este de Alcaraz y Sinner ha superado ese tiempo. Pero no es el tiempo como medida lo importante. Es la emoción desbordada extendiéndose por las horas hasta llegar al primer culmen, cuando con tres bolas de partido Sinner fue abatido por la decisión sin figuras de Alcaraz, que la superó y ganó, en ese juego empantanado el set en el que mascaba la derrota.


EL TESÓN Y EL DESTINO

Después de casi cinco horas de forcejeo, en el tie-break definitivo, Sinner entregó sus armas. En sus ojos había un vacío en el que hablaba el silencio. En sus ojos azules la luz de la tarde lucía apagada. Fue arrasado después de haber saboreado una victoria ante su oponente más duro. Sus dos primeros set fueron impecables. Era un jugador imposible de ganar. Alcaraz sufría las tenazas férreas del italiano, que era sólido como un muro, no fallaba nada, su fuerza, decisión y colocación eran sublimes. Alcaraz, con el público de su parte, rumiaba una venganza imposible, se golpeaba contra una columna de acero, y eso que su juego era bueno a pesar de que repetía errores no forzados con la derecha.


EMOCIÓN PROFUNDA

Han pasado cuatro días y la emoción sigue anclada en una hoja vieja de almanaque. Cinco horas y media sin despegarme de la voracidad tenística del partido. El cuarto set se moja de palabras imposibles. Los espectadores vibraban sabiendo que cuando llega lo excepcional hay que abrir los ojos y los brazos y entregarse sin dudas a la hora de los genios. Hay que gozar la suerte de haber sido espectador de uno de esos partidos que suceden cada década. Algunos lo verán grabado pero no es lo mismo. Sin incertidumbre el partido se vuelve de plástico. Cuando pasen los meses sí lo volveré a ver. Algún domingo pesaroso me arrancará la memoria para disfrutarla de nuevo.


COVACHUELA DE SICÓPATAS

La ingeniosa descripción es del maestro Raúl del Pozo. Bien está decirla por los energúmenos que atacan en las redes a Morata. El imperdonable delito es fallar un penalti. Y España no gana un torneo y ya está. Habrá algunos imbéciles que crean que España, por ser España, puede o debe ganar siempre. Obviamente si algo hacen todos los jugadores es errar, fallar penaltis, goles, pases, centros, paradas, etc. Todo el mundo falla oiga. Pero algunos cenutrios de las redes incluso lo han amenazado de muerte en esa covachuela de inmundicia en la que supuran el pus de su lengua o palabra. Insultar desde el anonimato es cobardía. A saber qué son en la vida real.

Impreso desde www.manueljulia.com el día 15/06/2025 a las 08:06h.