01/10/2003 - ISBN: 84-95410-29-X
Ediciones Soubriet
"Intemporal. Entre dos siglos heridos", contiene 66 artículos aparecidos en los dos diarios, El Mundo de Andalucía y Diario 16, que mejor han retratado las culturas emergentes de estas dos décadas prodigiosas que cambiaron a España. Juliá, heredero de ese periodismo con ideas que va desde Larra a Joseph Pla, acabando en Umbral o en el fantástico Juan Marsé de "Señoras y señores", va haciéndonos un hermoso daguerrotipo de nuestra intrahistoria más reciente y va subrayando la importancia capital del hecho cotidiano y demostrándonos que en donde el español alcanza su singularidad, donde llega a su plenitud, es en el vivir de todos los días.
La prosa de Manuel Juliá es muy cervantina, muy precisa, muy profunda, socarrona. En suma, una gozada. Nadie quedará decepcionado de la lectura de esta entrega de un escritor de raza con una prosa perfumada de sobrio lirismo.
Lorenzo Díaz
PROLOGO
UN PERIODISTA CON IDEAS
Ahora que en estos tiempos de cólera ha proliferado el periodista sicario sorprende en estos textos de Manuel Juliá, las ideas, las arrobas de ética y estética que adornan a su hermosa prosa.
En la historia de nuestro periodismo reciente hasta la llegada la transición proliferó el periodista tartufo, al servicio del poder, escaso de ideas y rico en adjetivos. Un periodismo a lo Romanones: es decir, puesto al servicio de la oligarquía y de la clase dominante. Tiene su "hábitat" natural en Cánovas y su "esplendor" en los dos generales: Primo de Ribera y Franco, los espadones de la reacción y el rancio conservadurismo.
uliá mama de otra tradición: la llamada liberal progresista plasmada hoy en una posibilista socialdemocracia. Ha sido la que ha legado los productos mejor terminados de la ilustración a la española. Obras suyas son la Constitución de Cádiz, la Desamortización de Mendizábal, la II República y la Transición.
El talante europeísta de nuestro autor (doctorado en política regional comunitaria) se trasluce en estos artículos entre dos siglos heridos. Artículos aparecidos en los dos diarios capitalinos, El Mundo y Diario 16, que mejor han retratado las culturas emergentes de estas dos décadas prodigiosas que cambiaron a España. Juliá, heredero de ese periodismo con ideas que va desde Larra a Joseph Pla, acabando en Umbral o en el fantástico Juan Marsé de Señoras y señores, va haciéndonos un hermoso daguerrotipo de nuestra intrahistoria más reciente y va subrayando la importancia capital del hecho cotidiano y demostrándonos que en donde el español alcanza su singularidad, donde llega a su plenitud, es el vivir de todos los días.
Así, mira al "guiri" que se tuesta en una playa del sur como un entomólogo disecciona una mariposa o ironiza esa nueva moda por la dietética en un país que hace cuatro siglos no se ponía el sol, pero tampoco se ponía el mantel en muchas casas. ¡Sublime el obituario!
Su infancia fue manchega, de corralón y galgo cortijero. Sus papilas gustativas están secuestradas por pistos, "mojetes" y palominos cebados de trigo y tomillos. Su prosa: muy cervantina, muy precisa, muy profunda, socarrona. En suma, una gozada. Nadie quedará decepcionado de la lectura de esta entrega de un escritor de raza con una prosa perfumada de sobrio lirismo.
Lorenzo Díaz
El novelista, cuya obra está traducida al ucraniano, recibe una invitación para la Feria del Libro del Arsenal en Kyiv. Después de hablarlo con familia y amigos, de los que recibe mensajes contradictorios en cuanto a ánimo y prudencia, decide aceptar. Apenas estaba recuperado de una cirugía a corazón abierto, pero no deseaba desilusionar a su editora Anabell Sotelo. Además sería solo un día. Se volvería enseguida. Mientras investigaba de Ucrania, el novelista se conmovió con el destino trágico y ...
Siéntese cómodo y solo y déjese llevar por la Cantata 147 de Bach. Un fluido de paz y gozo viajará desde sus oídos hacia el cerebro, conquistará sus neuronas, las dejará tendidas ante los sones de una melodía insuperable. Respire hondo, y mientras las olas de esa música van y vienen de su corazón a su cerebro, siéntase feliz escucha algo sublime. Si no la conoce sentirá una epifanía sublime que le atrapará con dedos de luces y música y le llevará a una desconocida felicidad. Si la ha escuchado al...
Murió aquella verbena de Asdrúbal, un poblacho minero perdido que ahora tengo la sensación de que nunca existió. Sin embargo, el aire de la medianoche, cálido y fresco a la vez, tiene olor dulce a algodón y a aceite quemado por los churros e imagino que viene de aquella verbena desaparecida. Los sonidos que escucho desde mi balcón, como tambores de guerra, llegan desde un lejano barrio que celebra sus fiestas. Los ruidos de los enormes altavoces, las baterías furiosas lanzan un expansivo chunta ...
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